El domingo 3 me fui a Cuenca a participar
en la Media Maratón Ciudad de Cuenca ( Hoz del Huecar).
Me habían hablado muy bien de ella y , la
verdad, me llamaba mucho la atención hacer esta prueba, ya que se realizaba en
un circuito mitad asfalto mitad arena por
una senda al lado del río Júcar, los únicos inconvenientes que tenía
era, por un lado, la distancia hasta Cuenca, dos horas de ida y otras dos de vuelta
y, por otro, la cercanía del maratón de Ciudad Real, que había realizado hacía
15 días, pero, por una parte, la prueba era a las 11 por lo que podría llegar
con tiempo suficiente para recoger el dorsal y calentar sin tener que madrugar
excesivamente y, por otro, las piernas las tenía bastante recuperadas del
maratón, ya había salido varias veces, así que me decidí a hacer la carrera.
A las 7:30 salíamos de Polán, esta vez
iba acompañado por mis padres, y tras un viaje marcado por la niebla, llegamos
a Cuenca sobre las 9:30. Allí tuvimos alguna dificultad para aparcar, pero
pronto resolvimos el problema, incluso
tuvimos suerte y dejamos el coche bastante cerca de la meta.
La salida y la meta estaban situadas en
sitios distintos, la meta estaba en la parte baja de la ciudad, junto a un
polideportivo, mientras que la salida estaba en la parte alta de la ciudad ,
pasado el casco histórico, en “el mirador”, con unas vistas impresionantes.
Una vez cambiado y preparado, en el
polideportivo situado en la linea de
meta, me dirigí a la salida. La organización había dispuesto autobuses para
llevar a los corredores, pero yo decidí subir corriendo y aprovechar para
calentar, allí debía recoger el dorsal y dejar la ropa en una furgoneta que la
organización había puesto como ropero para trasladar después la ropa a meta. La
verdad es que según iba subiendo me iba arrepintiendo de no haber cogido un
autobús, llegué sudando a la salida, y con un buen calentón, debido a los
grandes desniveles que había, pero me vino bien para la prueba.
Una vez recogido el dorsal y dejada la
ropa, me dispuse a empezar la prueba.
Esta vez salí de los primeros, no por gusto, sino por obligación , ya
que llegué algo tarde a la salida y no pude ir muy atrás.
Con una temperatura muy agradable para
correr, las previsiones marcaban algo de lluvia que no se produjo, empezó la
prueba. Los primeros 4 km son todos de bajada, con bastante gente animando en los primeros
momentos de la prueba, así con ritmos de 4 minutos, estos 4 km son muy cómodos,
con unas grandes vistas, daba gusto ir bajando hacia el río. Una vez acabados
estos primeros km llegamos al río y por ahí, en una senda a lo largo de los márgenes del Jucar, empieza
un recorrido que merece la pena disfrutarlo, en el que hay tramos llanos,
tramos de subida y tramos de bajada y en los que siempre encuentras a gente
animando el paso de los corredores. En esta parte el recorrido es un circuito
de unos 15 km, de asfalto y tierra, siempre bordeando el río y que, a medida
que van pasando los km., las piernas van pesando. Hay unos cuantos tramos en
los que la carrera se endurece bastante y por momentos se hace dura de verdad.
Hasta el km 10, las sensaciones eran geniales y pese a la pesadez de las
piernas que arrastraba del maratón, todo iba bien, alrededor de 4.30 pese a las
constantes subidas y bajadas. La segunda vuelta al circuito se hace más dura,
ahí ya iba bajando el ritmo, aunque no demasiado, ahora
los ritmos eran de 4:40 – 4.50 llegando a 5 y algo. El problema de este
recorrido es que hay tramos muy estrechos en los que apenas caben dos personas,
incluso algunos con subidas y bajadas muy pronunciadas y curvas muy cerradas
con algunas piedras, que dificultan mucho el correr con ritmos uniformes y con
seguridad en la pisada. En estos tramos el ritmo bajaba bastante, aunque luego
había también grandes rectas en las que podía recuperarme y regular más el
ritmo de carrera.
De esta forma, tras haber realizado 18
km.,en los cuales daba gusto correr, siempre al lado del río y rodeado de
magníficos paisajes, nos encaminamos hacia meta ya en la ciudad.
Este año, en las carreras que he
realizado, en los últimos km he ido algo escaso de fuerzas, pero en esta
ocasión aún me sentía fuerte e intenté ir lo más rápido que mi condición física
me permite, de hecho, iba alcanzando a corredores, cosa que no había podido
hacer en otras carrreras.
Camino de la llegada, en el km 19,5,
vi al fondo algo con lo que no contaba
en absoluto, un tramo de escaleras prácticamente vertical. No sin dificultad,
superé las escaleras y tras unos metros, bastantes, para recuperar las piernas,
empecé a correr fuerte otra vez, hasta entrar en meta con un tiempo de 1:36:07,
que tras haber realizado el maratón tan solo 15 días, antes me pareció un buen
tiempo.
La organización muy buena, además con una
gran bolsa del corredor, medalla conmemorativa incluida, y la gente se vuelca
bastante con esta carrera con tramos muy animados.
Una gran carrera para disfrutarla, muy
bonita y que puede ser dura, que recomiendo a todo el mundo, lo malo el largo
camino de ida y vuelta que hay hacer para correr.
Roberto.