10 abr 2012

EL TRABUQUETE





Lo primero que hay que señalar, es que esta ruta puede hacerse en cualquier sentido, según vuestr@s prioridades de sufrimiento. Está calificada como de dificultad media, pero dependiendo de la época del año, será más o menos dura.

Después de haber subido al "Circo de Gredos “ “ Rocigalgo”y el “Ocejon” teníamos que buscar otra ruta en condiciones para echar una buena caminata y como tenía ganas de hacer la "Ruta circular del Trabuquete, Ermita de la Virgen de las Nieves", 12km encajonados en una preciosa garganta, de los que gran parte hay que patear hacia arriba. La ruta se inicia en El Guijo de Santa Barbará (Cáceres), está muy bien marcada durante todo el recorrido.
 Aparcamos en la plaza del pueblo  sobre las 09:30 H. de la mañana, y el día apunta gris (nos caería una pequeña nevada).  Al inicio tenemos un mapa con toda la ruta e información sobre las cosas que iremos viendo. Repasado los apuntes geográficos empezamos la progresión garganta arriba pasando por diversos puentecillos que van sorteando la garganta.




Tomamos una preciosa senda de herradura que conduce hacia la Portilla Jaranda, siguiendo el viejo Camino de Castilla, por donde cruzaban la sierra de Gredos los antiguos pobladores de la zona con sus caballerías para llevar la mercancía a Castilla. Es una senda que al comienzo va más o menos llana, ladeando la falda de la montaña y adentrándose en el valle por donde desciende el río Jaranda, que más abajo lleva sus aguas al Tiétar. Cuando la senda alcanza el río, se cruza un puente y el camino comienza a ascender lentamente, paralelo al río, hacia el fondo del valle, mirando siempre a la Portilla de frente.
El camino es pedregoso; algunos tramos están cubiertos de piedras de granito más o menos bien colocadas, y otras veces éstas se las ha llevado el agua y el sendero es más irregular, vamos viendo algunas cabañas pastoriles por el camino, la mayor parte con aspecto de estar abandonadas, y algunos prados rodeados de muretes de piedra donde los pastores encierran su ganado, la mayor parte del camino es monte bajo, Encinas, Retama, Romero etcétera.




Las laderas, a ambos lados del arroyo son escarpadas, con vegetación abundante y mucha agua que va cayendo por doquier. La senda va atravesando puentes de piedra y madera que cruzan la garganta, el camino se va empinando y tomando altura, siempre mirando a la portilla y dejando a la espalda una preciosa vista de La Vera y del valle del Tiétar en la lejanía.
Pese a que la niebla y de los primeros copos de nieve que nos privan de vistas aún más espectaculares, seguimos disfrutando muchísimo del camino en el continuo discurrir del agua por las incontables piedras erosionadas por el tiempo, llegamos a una puerta metálica que nos da a entender la llegada inminente del Trabuquete. Está claro que siempre que encontréis alguna puerta de este tipo cerradla. En este caso, aunque  el cerrojo no hacía su función, la puerta se encajonaba perfectamente en la piedra y aquí está, la llegada al Trabuquete, se trata de una preciosa cascada que forma un pequeño lago en un cortado de la sierra y en donde con precaución se puede dar un refrescante baño.




En este punto y después de las fotos de rigor, decidimos seguir subiendo hacia la Portilla Jaranda, con más dificultad que antes, debido a la nieve y a la bajada de la niebla, en uno de tantos chozos de pastores  que hay en el camino hacemos nuestra parada para comer, queso, tortilla y fruta nos hacen recuperar energías, antes de tomar la decisión de que con estas condiciones lo mejor es no arriesgar y dar media vuelta ya que la nevada cada vez  era más copiosa y el horizonte apenas se distinga.
Finalmente nos animamos a subir a la Ermita de la Virgen de las Nieves, a 1550 m. de altura aunque eso sí, de continua subida y bajada por caminos algo complicados. Aunque para llegar allí, había que continuar la ruta y cambiar de vertiente. A partir de aquí comenzamos a ganar más altura y ya dejando un poco de lado la garganta. En este punto, las vistas al valle eran espectaculares, ya que empezamos a rodear la montaña, conseguimos ver algo más de vegetación y unas estructuras de roca preciosas. También es donde llegaríamos al Pontón del Regajolengo. Es en este punto donde ya las nubes se alzaron definitivamente y pudo verse, al fin y tras un buen rato subiendo, llegamos a la Ermita de la Virgen de las Nieves, tras más de 800 m. de desnivel en continua subida. 




Pero bueno, la ruta estaba siendo muy bonita y, la estábamos disfrutando en cantidad, visita de rigor al interior de la Ermita y firmas en un cuaderno donde los montañeros hacen sus dedicatorias. Y poco tiempo después, allí estábamos emprendiendo ya la bajada, mirando en ocasiones hacia atrás para tener una referencia del lugar hasta el que habíamos logrado subir  haciendo un total de 14,5 Km. con la intención de volver para realizar la ruta con el grupo de senderista de Polán

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